«— Me alegro. La verdad es que nunca había coincidido antes con un vegetariano. ¿No les parece terrible estar cenando con alguien a quien le parece atroz el ver comer carne? El que es vegetariano por cuestiones espirituales debe sentir una gran repugnancia por los que comen carne, ¿no es así?
— Debe de ser algo como cuando estás comiendo con ganas un pulpito vivo enrollado en los palillos y la mujer que está sentada delante te mira con asco como si fueras un animal».
